ciegos
Ayer escribí sobre el arte en el metro de Lisboa. Hoy leo en un blog que suelo frecuentar un breve retrato de otro metro de Lisboa: el de los ciegos que piden limosna. Siempre solos, avanzan haciendo sonar un recipiente donde tintinean las monedas, y a su paso golpetean el bastón contra las barras y asientos del vagón. Repiten una cantilena lastimera, que transcribe con precisión Miguel Vale de Almeida en el enlace anterior. Algunos parecen arrancados de las páginas de una novela picaresca... o de Ernesto Sábato.
2 comentarios:
Me resulta desolador.
Vivir en Lisboa y no poder verla...
Pues sí, pero lo realmente desolador es que los ciegos apenas tengan protección social por parte del Estado.
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