24 de abril de 2007

limbo

Ahora que los clérigos del miedo dogmático han decidido abolir el limbo, ¿adónde iremos los niños ateos cuando se apague nuestra última llama? Treinta y cuatro abriles hoy: apenas un niño perdido en el limbo de las edades.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Pasa eso llegando a los 34? Me faltan dos, los dos que siempre se pierden no sé dónde ni por qué.
-Tan despistados-

Entonces no será mal sitio aquél... cuando menos augura excelente compañía, bien vale la pena excomulgarse, o simplemente dejar de creer, y guardar las cenizas, eso es importante, no olvidar las cenizas.

¿feliz cumpleaños? Aquí aún no es 24 ¡como para alargarlo antes de verle aparecer!

=)

(Si entendí mal entonces reservamos las siguientes palabras y las colocamos en hielo... que espumosas sí son)

¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

Muchasvecesmuchosabrazos y espiralesyespiralesyconfeti.

(Sucede con el confeti que ya pasado un año -o más- sigue apareciendo por debajo de las alfombras [una forma extraña de limbo también])

MIRIAM dijo...

Ya sabe que el tiempo cronológico es esa trampa que arroja sus anzuelos desde los relojes; y uno que es un niño curioso, tan curioso que ya se parece a los gatos... pues... muerde. Así creemos que 34 dice algo, pero eso que dice tiene que ver mas con el ideal de nuestra comunidad que con nosotros.
Nuestra edad es la de la infancia, los mismos deseos, los mismos berrinches. La pregunta es: ¿cómo era usted de chiquillo? Le deseo un feliz aniversario a ese niño.
Besos

Daniel Pelegrín dijo...

Roxana, muchísimas gracias: todavía estoy quitando el confeti que me arrojaste...

Lo peor del mercado: es cierto que nuestra edad es la de la infancia, aunque este niño nunca supo qué quería ser de mayor, y acaso no importa. Besos

Anónimo dijo...

Era la idea Azófar... había que alargar lo más posible el día.

Anónimo dijo...

Daniel... excelente día.

Feliz cumpleaños.