16 de mayo de 2007

Rego

Hacía tiempo que tenía la intención de escribir algo sobre Paula Rego, o siquiera mencionarla aquí; al fin me decido a hacer al menos algunos esbozos. Paula Rego (n. 1935) está considerada como una de las creadoras más importantes en el ámbito de la pintura de las últimas décadas. Nacida en Lisboa, la mayor parte de su producción se ha realizado en Londres, donde vive. Allí pudo conocer el trabajo de pintores como Kitaj, Francis Bacon o Lucian Freud, con los que tiene mucho en común en cuanto a estilo, así como el de ilustradoras y artistas gráficos que marcaron su propia creación.

Untitled. 1998.

La pintura de Paula Rego tiene una voluntad de provocación, el suyo no es un arte que se conforme con el logro estético. Por eso, y por la expresividad de muchas de sus figuras, se ha dicho que su gran maestro, su referencia primera, es Goya (y sobre todo el Goya de las pinturas negras y los grabados). Más allá de lo figurativo como enunciación del cuerpo o como representación de escenas, su pintura tiene un marcado carácter narrativo: cada cuadro de Paula Rego cuenta una historia, sugiere un pasado de la figura representada, a veces turbio, de sumisión y humillación, de injusticia; a veces descriptivo y de tono costumbrista, e incluso juega con lo onírico, con lo fabuloso y, claro, con lo grotesco y lo goyesco.

Two Women Being Stoned. 1995. Pastel sobre lienzo. 150 x 150 cm.

En Paula Rego hay voluntad de denuncia social, una conciencia rebelde, y más aún, desde una clara conciencia feminista. La condición de la mujer es un tema dominante en su pintura. Desde el maltrato (como en la pintura de arriba: dos mujeres lapidadas) hasta la sumisión. La serie Dog Woman, por ejemplo, muestra a mujeres que ahúllan, que parecen husmear como perros, o hurgar con el hocico entre su piel. Otra serie de la misma época son los cuadros sin título sobre el aborto (¿pero hay mejor manera de expresar la urgencia de un tema tan grave como la persecución del aborto que obviar el título?), que marcan en los años noventa su producción, y su madurez creativa. Hay en su pintura un evidente distanciamiento (y, por qué no, una crítica) de los cánones de belleza femenina: las mujeres de Rego no son delicadas, elegantes, seductoras, plácidas o amables. Son duras, expresan rabia o dolor, o tienen una fuerza y una gestualidad que rebasan las convenciones de lo que tradicionalmente se entiende por masculino y femenino.

Grooming. 1994. Pastel sobre lienzo. 76 x 100 cm.

Dogwoman. 1994. Pastel sobre lienzo. 100 x 76 cm.

También la violencia y la guerra han sido temas tratados en su pintura. En el cuadro War, por ejemplo, Paula Rego parece volver a cierto neosurrealismo que dominaba sus primeros cuadros, presentando una mirada sobre la guerra de Irak en donde aparecen figuras humanas y animales, a veces mezcladas, como esas figuras del Bosco. La denuncia no es, sin embargo, una lectura única. El poder sugestivo, narrativo, de la pintura de Paula Rego abre muchas otras lecturas y despierta sensaciones e ideas bien diversas, en cualquier caso abiertas a la interpretación de quien las observe.

War. 2005. Pastel sobre papel. 160 x 120 cm.

Hablar de la pintura de Paula Rego es hablar no sólo de sus obras para tela, sino también de su numerosa obra gráfica, grabados, litografías y aguafuertes, además de su labor en el campo de la ilustración, todas ellas parte destacable de su producción. Las series de Peter Pan o Jane Eyre apuntan en este sentido, como una recreación muy personal de clásicos literarios.

Come to me. 2001-2002. Litografía en color.

Para acabar, una impresión personal que vincula lo narrativo pictórico con la novela. Esa voluntad de mostrar el lado turbio, de desnudar la parte no confesable de las personas que hay en muchos de sus cuadros, creo que tiene un parangón en las novelas de Lobo Antunes. Yo al menos así lo sentí, y es probablemente una mera coincidencia, en el verano de 2004 en Porto. En aquellos días leía A ordem natural das coisas, y visité (repetidas veces) una exposición de Paula Rego en la Fundação Serralves. Entonces no pude evitar poner los rostros y las imágenes de los cuadros de la pintora a la narración de Lobo Antunes. Son asociaciones libres, claro, y por supuesto discutibles.

Algunos enlaces:
Paula’s Playground
The Saachi Galery – Paula Rego
Fundação Gulbenkian

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Se hace muy interesante ir conociendo a estos artistas portugueses de los que, lamentablemente, muchas veces no teníamos noticia.
Las obras de la pintora que hoy nos presentas a mí me han recordado vagamente a Lucien Freud.
Enhorabuena por estas entradas que nos hacen girar la espalda -la solemos orientar, no sé por qué, hacia Portugal-.
Un abrazo.

Daniel Pelegrín dijo...

Gracias, DR. Seguiré escribiendo sobre artistas, novelas que voy leyendo, poniendo poemas que me han gustado, etc., en su mayoría portugueses; es uno de los objetivos principales de este sitio, aunque no pretende ser un blog cultural. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Dos cosas: hoy es viernes y entonces vengo a desearte excelente fin de semana.

Y la segunda... qué entrada más interesante. Lo pasé ayer tarde leyendo sobre ella, y visitando en los sitios que tuviste a bien dejar, otras obras.

Una artista ya con personalidad bien definida, no pude menos que sentir gran admiración por su trabajo.

Querido Azófar, uno aprende tanto por acá.

Salud.

Daniel Pelegrín dijo...

Sí, es una pintora cuya obra no deja indiferente, y tiene cuadros que parecen de puro realismo mágico... Salud

Neves de ontem dijo...

No la conocía y me ha parecido muy interesante.

Anxo Varela dijo...

Hola, interesante entrada. Te informo que habrá hasta Diciembre una exposición antológica en Madrid:
Aquí el enlace.

En breve escribiré una reseña en mi blog de arte: Lérias Várias.

Saludos