28 de mayo de 2007

blogueo


Apenas cinco meses malnutriendo este bicho (blog, bitácora, un reptil obeso) sin saber a ciencia cierta por qué ni para qué ni para quién, y pensando en la paradoja que supone este vacío de cebar una cosa llamada blog: en la suma de la resta. Pero blog, qué cacofonía vomitiva; porque al cabo se trata de eso, de modo que el soporte, ya elevado a la categoría de género, resulta de una onomatopeya: blogueo: vómito de frases: verblogrea.

5 comentarios:

Neves de ontem dijo...

Yo estoy aquí y te leo.

Daniel Pelegrín dijo...

Te lo agradezco, Neves. En realidad no era tanto una queja como una tentativa un poco torpe de pensar sobre el sentido de esto, algo así como metablogueo. En realidad no tiene importancia. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Quizá peque de egoísta, y bueno... ni hablar, que sea así entonces.

No sé por qué, cómo, para quién, pero me gusta pensar, y esto siempre lo he considerado así, que cuando entregamos algo y lo disponemos para otros haciéndolo más público que privado, esos otros un poco lo hacen para sí y le trastocan, entonces ya nada permanece intacto, yo me he llevado mucho de aquí, lo maravilloso del asunto es que, algo tuyo me pertenece, pues yo lo asumo desde mí, desde mi experiencia y mi vivencia, desde mi propia mirada, el mensaje así se vuelve universal, ¿no te parece? y cobra extrañamente vida propia, trasciende en no pocos casos, cuando en la interpretación del mensaje éste transcurre en dobles o triples vías, siempre anunciando.

Hablando de blogs, te comento que borré el mío, por boba que soy o quizá porque pensé que ya no le estaba destinando tiempo y esfuerzo... eso es de alguna manera injusto para quien me visita (como tú, y agradezco ya entrados en tema tu estar ahí, créeme que lo valoré mucho, mucho) ya abriré otro blog, puesto que siempre es importante sentirse compartiendo algo y ya vendré a visitarte desde ahí.

Un abrazo.

Rox.

Daniel Pelegrín dijo...

Roxana, gracias, eres muy generosa.
Es una pena que hayas eliminado tu blog, podías haberlo dejado a la deriva, botella al mar. Espero que al menos que abras uno nuevo pronto. Siempre es un placer leerte. Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Sí, muchas gracias Azófar... botella al mar, me recordó eso un discurso de Celan.

Pero vendré, de eso no te quepa duda, en tanto planeo cómo quedará mi blog; de qué escribiré, la vista, en fin, un poco me ilusiona, es como cuando entraba recién a un nuevo ciclo en la escuela, siempre sentí una extraña alegría al colocar la primera letra en mis cuadernos inmaculados, así toda "garigoleada" (muy barroca, vamos).

Bello día para ti. Un abrazo. Gracias de nuevo.