11 de julio de 2007

de la fuga

El autor de este libro, Dinis Machado (1930) ha sido un poco de todo: periodista deportivo, organizador de cineclubes, entrevistador, poeta y autor de novela policial (que firmaba como Dennis McShade). Su obra más reconocida y exitosa es esta O que diz Molero (1977, ahora en 2007 en reedición conmemorativa del 30 aniversario), que fue traducida al español por Ángel Crespo (Lo que dice Molero, editado por Alfaguara en 1981 y supongo que hoy descatalogado).

O que diz Molero es una larga conversación: Austin lee y comenta a Mister DeLuxe lo que un tal Molero ha escrito en su informe sobre la vida de un personaje al que se alude siempre como “o rapaz” (“el chico”). El relato de ese informe, que ocupa la mayor parte del libro, es una narración sobre una infancia y adolescencia en un barrio de Lisboa (el Barrio Alto, aunque no se explicite), en los años cuarenta, y sobre los poemas que ese “chico” escribió y los viajes (que más parecen imaginarios que reales) que más tarde emprendió.

Relato dentro de un relato, el libro se organiza, así pues, como un diálogo: el narrador se limita a decir “dijo Austin” o “dijo Mister DeLuxe”, a lo sumo apunta un movimiento de cabeza o un sacudir del cigarrillo en el cenicero. Es principalmente Austin quien asume la labor de lectura y comentario de un supuesto informe escrito por Molero, a su vez voz narradora en tanto que cita leída por Austin, y que habla de un tercero, “el chico”, cuyos pasos ha seguido hasta perderle la pista. El texto escrito por Molero es en fin un informe probablemente encargado por Mister DeLuxe, como si se tratase de una agencia de investigación cuyos fines nunca se describen, ni vienen al caso. No hay capítulos, sino una sucesión de fragmentos de un solo párrafo, de dimensión variable.

La novela se asienta en el uso de la ironía, del humor, del juego con los nombres, con personajes entre grotescos y tiernos, algunos canallescos, otros locos o fabulosos; y con cierta poesía en prosa (la escrita por “el chico” y su búsqueda de la palabra). Hay referencias culturales constantes, en particular al cine, o mejor dicho a las películas de los años cuarenta en un cine de barrio y a través de la mirada adolescente; y también a la literatura como vía de escape, a la pintura, etc.

O que diz Molero es un libro que divierte, que retrata con ironía y cierta nostalgia una infancia y adolescencia de barrio, pero que no se contenta con eso: busca la vía de la imaginación y la creatividad para hablarnos de un personaje que, obsesionado con Miró y con la poesía, acaba por recorrer medio mundo en busca de “la última frontera”. En lo que tiene de vida de barrio pobre en los años cuarenta, de juegos e historias de calle contadas en tono de leyenda, me recuerda un poco a Marsé, aunque Dinis Machado se sirve más de la vena cómica (y, claro, aquí no hay posguerra). No, esto es otra cosa: está la crónica de un tiempo en el que la ficción cotidiana se componía de fotogramas de cine, de actores y actrices que se mezclaban con el vecino idéntico a un vampiro, de Greta Garbo como mito anhelado; pero también hay algo de Saint-Exupéry sin avión, de Lewis Carroll sin espejos ni puertas de por medio, una fuga hacia lo desconocido, hacia lo abierto, como el final mismo del libro. Un libro que empieza así:

"Teve uma infância estranha", disse Austin. "Em última análise, todas as infâncias o são", disse Mister DeLuxe. "Molero diz", disse Austin, "que a infância do rapaz foi particularmente estranha, condicionada por questões de ambiente que fizeram dele, simultaneamente, actor e espectador do seu próprio crescimento, lá dentro e um pouco solto, presso ao que o rodeava e desviado, como se um elástico o afastasse do corpo que transportava e, muitas vezes, o projectasse brutalmente contra a realidade desse mesmo corpo, e havia então esse cachoar violento do que era e a espuma do que poderia ser, a asa tenra batendo à chuva.

3 comentarios:

Mabalot dijo...

Siempre parece haber un poso de melancolía en muchos autores portugueses, a pesar del humor, con el que está reñido esto.

¿La saudade? ¿es la manera de estar en el mundo del portugués? Es la morriña del gallego. Será el clima...

Un saludo.

Daniel Pelegrín dijo...

Hay de todo, pero a menudo saben combinar bien la ironía y la saudade, lo cual no es nada fácil. Salud

Anónimo dijo...

Quería decir, perdón, con el que NO está reñido esto. Ironía y saudade, excelente combinación.